¿Por qué una orden judicial puede ser ineficaz para bloquear una app o cerrar una web? ¿Cuál es la razón de que los niños se enganchen a las pantallas y a los padres no parezca importarle? ¿Por qué usuarios a los que se les sustraen los datos de su tarjeta de crédito no tienen más remedio que ir a california a quejarse? ¿Quién nos ve o escucha sin nuestro consentimiento? ¿Es verdad que el capitalismo de plataforma precariza el trabajo? ¿Somos ciudadanos o súbditos en Internet? Este libro contesta a estas cuestiones y plantea otras que afectan a nuestros Derechos Humanos en Internet. El objetivo es contribuir a dar luz sobre estos asuntos y construir un nuevo paradigma jurídico que permita analizarlos mejor y, en consecuencia, ofrecer soluciones democráticas que redunden en el reforzamiento de los derechos fundamentales y las libertades públicas. Desgraciadamente, la mayoría de los análisis se realizan desde un paradigma jurídico que da muestras de agotamiento y obsolescencia. Conceptos como soberanía, no injerencia en asuntos internos o privacidad se encuentran en crisis. Prueba de ello son hechos pre