Te hago este poema,
aunque no sé si existes.
Tal vez,
tú puedes ser un golpe sucesivo,
o el ritmo que lleca el movimiento.
Tal vez,
tú pendas en la mímica del latido,
o en la sorpresa
de una mujer crepúsculo.
De todos modos,
cuando yo viva o sea Dios
te amaré más.