La mayoría de los manuales de guion son, en palabras del autor de este libro, «como los gritos constantes que el entrenador le pega aljugador infantil, y que más que situarlo mejor ante el desafío quetiene delante, lo llenan de inseguridad. No digo que sean maloslibros. Ni mucho menos. Algunos son textos formidables (?). Entonces,¿cuál es el problema? Que no hablan del proceso». Esos manualesacostumbran a dar mucha información y consejos para alcanzar un buenresultado, pero se olvidan de mostrar cómo se ha llegado hasta ahí:los errores que se convierten en aciertos y los aciertos que acabansiendo errores; los diálogos que cierran posibilidades, los que abrendemasiado el campo, los que definen bien a un personaje, pero plantean dudas sobre si podrían ser mejores?-Te quiero -No me jodas explica cómo se crean diálogos, pero no puedecrear guionistas. Lo que sí puede hacer es orientarlos en el procesocreativo: ayudarles a romper el bloqueo de antes de empezar, a evitarlas imprecisiones en el durante y a gestionar la inseguridad deldespués, aprendiendo a no confundir los defectos y virtudes del textocon los de uno