Steiner analiza, con gran sabiduría crítica, dos tradiciones literarias seculares: la de la épica, que abarca un largo recorrido vital desde Homero hasta Tolstói, y la de la visión trágica del mundo, cuya continuidad se desarrolla desde Edipo Rey hasta El rey Lear y Los hermanos Karamazov. Dos visiones opuestas de Dios y del mundo sirven a Steiner para ir esclareciendo toda la evolución de la novela europea y norteamericana.