Poesía y naturaleza se dan la mano en este bello libro de acuarelas yversos en donde la espiritualidad y el amor nos invitan a descansar en este jardín.Un jardín es un espacio donde vivir de otra manera. Másallá de la variedad botánica que lo conforma, de su diseño yubicación, aparece un nuevo mundo donde entrar; un lugar lleno deolores, colores, raíces y ramas, musgos y rocas para nuestro propiodisfrute. Espacios mansos y tranquilos donde encontrarnos con lo queverdaderamente somos, en un viaje a lo más íntimo de nosotrosmismos.Este libro está lleno de estas incursiones viajeras dentro deun jardín cerrado que se constituye como el refugio de la poetamediante un diálogo amoroso de naturaleza contemplativa con lasplantas que cultiva, con cuyo crecimiento se sorprende y disfruta, seconmueve y avanza en cada espiral, en el movimiento de cada hoja, enel tierno matiz de las yemas, en lo efímero y perfumado de cada flor.María Ángeles Álvarez conversa con el jardín que a sus pies se abrecada día y que aparece reflejado también en las acuarelas queenriquecen la lectura de este poemario, sumando las imágenes a losver