Aguilera Munro fue un personaje atroz, extravagante y excesivo incluso para los cánones del fascismo en boga en la década de los treinta del siglo pasado. Este aristócrata anticlerical, clasista, enemigo de latauromaquia, filicida, enamorado de la eugenesia, cultivador del artede la verborrea violenta, fue el encargado de pastorear a loscorresponsales extranjeros que cubrían la Guerra Civil en el bandofranquista: los llevaba al frente, los protegía de los obuses, lesorganizaba entrevistas con Unamuno y, si era necesario, los amenazabade muerte. Fue un hábil manipulador, que fascinaba, atemorizaba yhorrorizaba a los periodistas, a quienes recitaba delirantes discursos de odio que hoy serían virales en las redes sociales de extremaderecha.Si Tarantino rodara un espagueti western sobre la Guerra Civil,Aguilera Munro sería el villano malvado, y Álvaro ?Corazón Rural?, elmejor de sus guionistas.