El progreso tecnológico aviva los desafíos morales; cuanto mayor es nuestro dominio de la realidad, más elocuente resuena el imperativo de respetarla y custodiarla. Esta tesis, enunciada en numerosas ocasiones por Benedicto XVI, bien resume el contenido de Confines, un ensayo que rehúye el cientificismo y reconstruye, capítulo a capítulo, el puente que otrora unía medicina y humanismo. Cuando las élites contornean en el horizonte la distopía de un mundo poshumano, cuando la biotecnología nos permite fantasear con la configuración de un hombre nuevo, Fernández Hinojosa, más humilde, propone un regreso al origen. Reacio a las ensoñaciones utópicas, libre también del grillete materialista, recuerda a sus lectores el sempiterno telos de la medicina: sanar a los enfermos y acompañar, en el filo del abismo, a los agonizantes.