El sistema cortesano (Edad Moderna) tuvo unas estructuras y una justificación distintas de las Monarquías constitucionales (Edad Contemporánea). Su justificación ideológica se basaba en la filosofía clásica (Aristóteles), que consideraba al hombre como un animal social y a la familia como célula o elemento fundamental de la organización social. De acuerdo con estos principios, el príncipe gobernaba sus reinos como un 'pater familias', cuyos saberes y prácticas se encerraban en lo que se denominó la 'oeconomica'. Esto significaba dos cosas: primera, que la casa real era el núcleo desde donde se articulaban las relaciones de poder que configuraban el reino; segunda, que estas relaciones de poder se fundamentaban en vínculos no institucionales, esto es, en relaciones personales (parentesco, patronazgo, clientelismo, familiares o de costumbre), para lo que el monarca utilizaba la concesión de mercedes y favores con el fin de mantener fieles y cohesionados en su entorno a los nobles poderosos. Esta organización política con su forma de proceder, su estratificación social y su cultura específica es lo que d