Jannis Sakellariou fue griego, alemán, bávaro y, desde lo más hondo de su corazón, europeo. Perdió su primera nacionalidad, la griega, por luchar contra la junta militar ateniense. Durante su exilio en Múnich comenzó su carrera dentro del SPD. En 1984, fue elegido diputado del Parlamento Europeo y de 1989 a 2004 fue portavoz de política exterior de los socialdemócratas europeos. Como tal, viajó a zonas de conflicto, entabló negociaciones con dictadores, fue observador en procesos electorales y también mediador. Sus vivencias son el reflejo de su profundo sentido de la justicia y de sus convicciones socialdemócratas. Jannis Sakellariou narra con mucho humor los obstáculos que tuvo que vencer para conseguir la nacionalidad alemana, sus dificultades en los años sesenta para asentarse profesionalmente en Alemania y su actividad política, fruto de un compromiso con la paz y la democracia que mantuvo durante toda su vida. Las lectoras y lectores tienen en sus manos un libro muy personal, pero no se trata de unas memorias ni de una autobiografía. Más bien recoge episodios determinantes de la vida de un político que
