En Desventuras de don Quijote se trata de la huida del hombre libre; de que no hay justicia sin sabiduría; de las Bibliotecas como fuente de vida; de los dolores del héroe; de la victoria inútil del amor; del mito y la verdad; y del terrible momento del adiós, la recuperación de la cordura, la conciencia de cuanto se deja para la eternidad.
Afirma el catedrático Francisco Javier Díez de Revenga en el prólogo: "Son las palabras las que construyen en su conjunción ingeniosa la solidez de las historias y con ellas se forjan mundos de imaginación, y ahí, en los libros, reposan para la eternidad".
Molina nos ofrece una visión de la eternidad de la vida y la creación humana y una revisión, no sin dosis de humor, de nuestras actitudes. Continúa Díez de Revenga: "Se detendrá el lector en este libro en muchos pasajes cervantinos, del Quijote y de otras obras suyas. Mucho hay que contar y reflexionar sobre lo que sucede en su inmenso mundo, y todo tiene su significado y su trascendencia. Detengámonos en el escrutinio y destrucción de la biblioteca de Alonso Quijano