En plena II Guerra Mundial, la muga se convirtió, controlada su vertiente septentrional por fascistas franceses y destacamentos policiales nazis, en un territorio fronterizo y peligroso. Entre 1940 y 1944, la famosa Red Comète logró evacuar a 878 pilotos aliados a través del Bidasoa. Pero hay otra red, menos conocida, que logró salvar a más de cien perseguidos por el Reich empleando una ruta por el Pirineo, entre el valle de Aezkoa y la Baja Navarra. Entre 1942 y 1943, el gran hayedo de la Selva de Irati, entre la Francia de Vichy y la España de Franco, se convirtió en el paso clandestino de quienes escapaban de la guerra y la tiranía hacia Inglaterra. Este libro nos sumerge en la época y en el lugar con una viveza extraordinaria: se trata de una auténtico ejercicio de memoria democrática.