La obra de Francisco Umbral, ese vasto dominio cercano a lo infinito,está ahí pero no está, la tenemos delante pero está más en peligro deextinción que nunca. Mientras aparentemente decrece, va creciendo porel otro extremo. En El corazón y la luna, Francisco Umbral respondecon contundencia a la intentona del tiempo de sepultarlo en el olvido(o peor, de entenderlo mal), lleva a cabo un contraataque conartículos inéditos que lo renuevan y lo devuelven a la primera línea.Moderno, sensible, actual, tierno, más cercano que nunca, con toda lacarga emocional y emocionante de su prosa lírica afinada en su exactamedida, Umbral juega en esta ocasión con contenidos médicos,sanitarios, humanísticos, en artículos que fue publicando a lo largode más de tres décadas en Jano, medicina y humanidades, una revista de suscriptores para médicos y otros profesionales sanitarios. «Lossabios han viajado hasta las lejanías del corazón y han auscultado ellatido blanco de la luna, explicándonos luego que estos dos artefactos sentimentales no son sino un inmenso mineral que vuela y una vísceraque va mejor o peor según el colesterol». C