Al pirata Malacaca se le escapan pedos a todas horas y, lo peor, encualquier lugar. ¡Es un tormento! Sus piratas se ríen mucho y él estáconvencido de que es un pedorro sin remedio. Pero tiene una gran idea: poco a poco, empieza a utilizar sus ventosidades como arma en lasbatallas y tumba a cualquier adversario. Un buen día, conoce a ElsaPelorrosa, la pirata más temida de los siete mares, quien le da unconsejo... ¿Conseguirá Malacaca ir de nuevo al baño y dejar de ser unpirata huraño?