Porque traducir un libro es experimentar una especie de metamorfosis.Es convertirte en el autor, seguir sus huellas, andar sus pasos, leerlos libros que él leía, descubrir a sus autores predilectos y dejarteo no cautivar por ellos; es adentrarte en el resto de su obra parasituar, en el conjunto, el libro que traduces; es conocer sus diariosy sus cartas, rastrear sus traducciones, cuando las hay, y enterartede su manera de entender este oficio, saber qué considerabaprioritario y qué superfluo; es conocer sus debilidades como serhumano y también sus fortalezas... Traducir un libro es transportarteal siglo y al entorno del argumento traducido, es recrear, en tumomento y tus circunstancias, un mundo muchas veces desaparecido.