Una novela vital y filosófica, llena de aventuras, ingenio y amor, enla que Krusche invita a sus lectores a no rendirse. Gustav ha decidido dejar de hablar. Al menos hasta que «el hombre» que ha traído sumadre a casa se vaya, como han hecho los demás. Cuando conoce aCharles, una niña vivaz y divertida que entiende su silencio, Gustavdecide aceptar la disparatada idea de buscar a su padre, a quien noconoce y de quien su madre nunca ha querido hablarle. El abuelo deGustav, que se muere de aburrimiento en una residencia, se unirá aeste emocionante y accidentado viaje de Berlín a Estambul. Y cuando aGustav lo invadan las dudas o el desánimo, Charles estará ahí pararecordarle lo inmensas y misteriosas que son las fuerzas del universo, y que las cosas siempre pueden salir bien.