En tiempos en que la industrialización de nuestros modos de vida nocesa de destruir el medioambiente y la salud de los organismos, ¿cómopensar en un gobierno democrático de la vida y de los vivos? Esta esla cuestión que afronta este "Hay que adaptarse. Tras un nuevoimperativo político". "Hay que adaptarse". Estas palabras se oyen encasi todas partes y en todos los ámbitos de nuestra vida. ¿De dóndeviene ese sentimiento confuso, cada vez más opresivo y compartido, deun retraso generalizado, reforzado a su vez por el permanenterequerimiento de adaptarse al ritmo de las mutaciones de un mundocomplejo? ¿Cómo explicar esa colonización progresiva del campoeconómico, social y político por el léxico biológico de la evolución?Barbara Stiegler presenta en esta "nueva genealogía delneoliberalismo" las prehistorias de la retórica actual, omnipresenteen el darwinismo y el liberalismo estadounidense, al tiempo querecupera poderosas resistencias a la retórica de la adaptación a lolargo del siglo XX. En efecto, la genealogía de este imperativo nosconduce, en los años 1930, a las fuentes de un pensamiento