Jesucristo es el mismo que ayer, hoy y por los siglos. El contenido central del mensaje cristiano no es una idea, ni una moral, ni una institución, sino la persona misma de Jesucristo, en la que se nos ha revelado el rostro misericordioso de Dios.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información