Nuria coge el tren todos los lunes y todos los viernes, se mueve cadasemana entre la ciudad donde trabaja y la ciudad donde vive. En esosviajes, aparte de lo que contempla a través de la ventanilla, lo quemás le atrae es el revisor.Desde un vagón de pasajeros, el mundo se ve de otra manera, las cosasocurren a otra velocidad. A veces, en ese universo sobre raíles,sucede que dos personas no sólo coinciden por el camino, sino quelogran llegar a su destino a la vez.Recurriendo a distintas técnicas narrativas y empleando sucaracterístico lenguaje poético, Ignacio Lloret consigue en su nuevanovela convertir en palabras el movimiento de un tren mientras abordaasuntos tan esenciales como la ambición, la dignidad del trabajo o laderiva incierta de las relaciones sentimentales.