«Con este libro rindo tributo a mi padre y a mi abuelo; ambos médicospsiquiatras, escritores y excepcionales maestros en el arte dedisfrutar aprendiendo y gozar enseñando. Continúo la serie de «Locosegregios» que iniciase mi abuelo Antonio y continuase mi padre, JuanAntonio; es, de alguna manera, el tercero de la saga escrito por unmiembro de la tercera generación».Con estas palabras abre AlejandraVallejo-Nágera su libro «Locos de la Historia», donde no elabora unanálisis clínico, sino que disecciona la condición humana de seispersonalidades que un día gobernaron a su nación con una mentetrastornada. En ocasiones el relato invita al escalofrío, en otrasdespierta hilaridad o compasión; en todas deja patente el inmensosufrimiento que genera la locura.La elección de los locos regios quecomparten estas páginas responde a un criterio personal de la autora:«Por diversas razones despertaron en mí curiosidad, admiración, horror o ternura. He disfrutado mucho entrometiéndome en sus secretos yvivencias, en su modo de sentir y de pensar».Rasputín, la zarinaAlejandra, la sangrienta condesa Erzsébet Báthory, la emperatri