Los raíles del corazón verde. Sus poemas pisan fuerte, no hay titubeo en ellos, una vez que se despiden de las manos de María y ya son nuestros y nos hablan de una niña que se escabulle de lo previsto y combina ciencia y poemas de un modo natural, como si ahí la orden no debiera poner compuertas de separación, eso es posible porque la feminista María no se conforma y se siente libre desde niña, para trazar un camino que es suyo y solo suyo. CARMEN CALVO. María, con este poemario, ha conquistado la habitación propia. Después de toda una vida relegando su parte artística a un segundo o tercer plano, esta mujer que hace todas las cosas posibles, abre su alma de poeta y reivindica su voz como escritora. No solo es una victoria de María, sino que es una victoria de todas. PILAR ASTRAY
