Con aparente sencillez, Kilian Jornet ha conseguido algo que parecíaimposible. Pero nada es fruto del azar: ha entrenado cuerpo y mentedesde la infancia y se ha preparado a fondo tanto para el éxito comopara el fracaso. Ha explorado los límites de la resistencia humana, ysus proezas, como la doble ascensión al Everest, son difíciles desuperar.Desde la cima de su brillante trayectoria en la élite deportiva,Kilian Jornet se sincera y comparte la experiencia acumulada en sulibro más honesto y vitalista. En Nada es imposible nos ofrece unalección valiosa que nos anima a hacer realidad nuestros deseos, acorrer con pasión y libertad y, sobre todo, a disfrutar y respetar lamontaña.«Hay gente que entrena para competir. Hay quien compite para entrenar. Yo soy de los segundos. Para mí, el entrenamiento es una forma devida: consiste en trabajar cuerpo y mente para rendir en una actividad concreta.»