Dusting y Jade coincidieron dos veces en una remota isla perdida. Él,por supuesto, quería tema; ella, por supuesto, le dijo que no. Teníala regla de las tres citas. Ya llevaban dos, y quedaba una? Seprometió que, si el destino los juntaba de nuevo, lo besaría. Aquí esdonde el capullo del destino entra, mueve sus cartas y les jode lavida. Jade acaba viviendo en el piso de Dusting, porque es el mejoramigo de su hermano, que les deja claro que no puede pasar nada entreellos. No hay problemas, porque los dos trabajan en el mismo equipo, y están prohibidas las relaciones entre sus miembros. Pero, si esofuera poco, Dusting es un mujeriego, y ella odia a ese tipo dehombres. Solo tienen que andar con cuidado con la atracción brutal,visceral y ardiente que sienten ambos. Sencillo, ¿verdad? Jade tieneclaro que no quiere jugársela por un beso? Dusting tiene otros planes. Es un liante de cuidado y no piensa rendirse con facilidad.