La rabia se arrastra como una serpiente, hierve como el agua en una ola, ruge como un león y puede explotar como el fuego de un dragón furioso... ¡Pero también puedes domarla y transformarla en una fuerza positiva!
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información