AA.VV
Este libro explora algunas figuras literarias que, por su carácter insólito, extraño o desacostumbrado, encarnaron los miedos y horrores de la sociedad hispánica entre los siglos XVII y XIX, pero también su fascinación por lo extraordinario y lo prohibido. Constituyeron así, por un lado, contramodelos o representaciones transgresoras que sirvieron para apuntalar, con frecuencia, los discursos hegemónicos. Por otro, no pueden ser entendidos como meros instrumentos en manos del poder establecido (político, religioso o social), ya que estos discursos fueron negociados por los actores que intervinieron en su creación, circulación y consumo, y dieron lugar en ocasiones a lecturas desviadas y alternativas. En esta tensión entre la repulsión y la atracción, se estudian en este libro las figuras literarias de la bruja, la vampiresa, el monstruo, el demonio y el asesino como epítomes del horror. Asimismo, se aborda la representabilidad de la violencia infanticida en el teatro áureo y de la martirial en la iconografía mercedaria. Ampliando el marco cronológico propuesto, se analiza también el papel de la herejía como