Desde el comienzo mismo de la civilización, las aves rapaces hancautivado nuestra imaginación, a veces reverenciadas como dioses yotras veces temidas como demonios. Las rapaces nocturnas, silenciosashabitantes de las tinieblas, con su canto lúgubre y funerario, fueronvinculadas a menudo con espíritus y otras criaturas malignas; lasrapaces diurnas, monarcas del zarco cielo, fueron asociadas por muchos pueblos y culturas con la clarividencia e incluso se las creíacapaces de conocer nuestro futuro. Siempre majestuosas, asombrosas ensu dominio de los vientos, depredadoras de una precisión inconcebiblepara los torpes seres humanos y portadoras de un hálito inextinguiblede misterio, las aves rapaces nos fascinan y nos obligan a elevar lavista tratando de descifrar el color o la forma de sus plumas, o deimaginar cómo sería contemplar el vasto mundo desde la soberanía queellas detentan.Paul Böhre, autor de este libro y uno de los mayores especialistasmundiales en estas aves, hizo su primer gran viaje como ornitólogo aEspaña, inspirado por Félix Rodríguez de la Fuente y obsesionado conla posibilidad de ver un águila