En 1960 ingresaba José María Haro Salvador en la Real AcademiaValenciana de Jurisprudencia y Legislación con un discurso titulado«Relaciones y fronteras entre la Caridad y la Justicia». Tomaba cuerpo ahí la experiencia dilatada de un jurista cuya pasión por lo socialle había conducido de forma absolutamente natural desde su juventudhacia los problemas jurídicos relacionados con el mundo del trabajo yla promoción social de los obreros. Era en una época, además, marcadapor un importante proceso de institucionalización de organismospúblicos, procedimientos y discursos sin referencia a los cuales no se entendería en muy buena medida la España del presente. En esteproceso tuvo también José María Haro un papel decisivo, tanto por sulabor en la magistratura del trabajo, de la que fue primer titular enla Valencia de la postguerra, como en el Instituto Nacional dePrevisión (I. N. P.), cuya delegación provincial comenzó a presidir en 1950. Ahí encontró un canal extraordinario para la proyección de susideales sociales, germinados en el suelo del magisterio pontificio yde la tradición del catolicismo social que tan impo