En El taxista asesino encontramos el mundo como representación; nada es real, todo s falso, recreación de un decorado, un montaje para entretenernos. El ser humano es esclavo de su deseo, de la voluntad ciega de vivir. Para los personajes la vida es un anhelo y un tormento; en algunos textos el drama se analiza desde el humor, y en otros desde la introspección. Las dos pulsiones dominantes en esta obra son el amor y el odio; de su equilibrio nace eso que llamamos sociedad.Desde la relación amorosa del estudiante de filosofía reconvertido en taxista con la futura actriz, todo en este libro muestra una lúcida acidez, pasando de momentos de humor brillantes a situaciones dramáticas cotidianas. Para crear este reflejo de la realidad de nuestra época Miguel Ángel de Rus convierte en ficción hechos reales como la guerra contra EEUU por Cuba; las miles de denuncias de mujeres por robos y abusos en un fin de año en Alemania; o nuevas visiones sobre el moderno esclavismo con africanos llegando en pateras a Europa. Como es habitual en su obra, aparecen personajes reales como Bukowski, Serge Gainsbourg o Woody Allen.