Con la alegría y la audacia de la infancia, Thoreau es el compañero de viaje perfecto que nos guía y anima a experimentar una conexiónprofunda con la naturaleza y a sentirnos plenamente vivos. En 1844,Henry David Thoreau, un joven de veintisiete años recién graduado enHarvard, decidió abandonar la vida social y retirarse a una pequeñacabaña junto a un estanque llamado «Walden», en el corazón deMassachusetts. Durante dos años, dos meses y dos días, se sumergió enla vida salvaje, abrazando la naturaleza como su hogar y las estrellas como su techo. Su austero equipaje incluía a Homero y la BhagavadG?t?, reflejo de una mente curiosa y abierta a la sabiduría de todaslas culturas.Thoreau fue mucho más que un solitario inconformista delbosque. Era un visionario, un precursor de la causa ecológica y de ladesobediencia civil. Luchó contra la esclavitud y contra todo tipo deservidumbre. Tanto su vida como su escritura nos invitan a cuestionarla modernidad, los excesos de la industrialización y la pérdida delcontacto con lo esencial. Fue un hombre que escuchaba el viento y lasaguas, y que, sin proponérselo, alcanzó la