El término humanismo está obsoleto. El nuevo humanismo, vacío de sustancia, se extiende como un cáncer. ¿Hay solución a este problema, quizá desde una mirada cristiana
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información