Ember Miller tiene un pasado complicado? y un exprofesor de Químicaaún más complicado. Lo suyo con Theodore Moore casi fue un beso bajolas luces navideñas. Casi. Meses después, sí hubo beso. Y manos. Ycaos. Por eso ella huyó: del campus, de la ciencia? y de él.Siete años más tarde, Ember vuelve a Berkeley como profesora. Lo queno esperaba era que Theodore también estuviera de regreso. Ni que susmoléculas siguieran teniendo la misma reacción química cada vez que se cruzan.¿Una comedia romántica? No. Una combustión espontánea con batablanca.Y es que, ya lo dice Theodore: «Somos una reacción termoquímica de las fuertes, de esas que son imposibles de detener y, de una manerainevitable, terminan de combustionar. (...) Tan explosivos yespontáneos como la propia combustión del fuego».