¿Hospedarme casi gratis en otro país por cuidar animales? Un sírotundo. Eso es lo que pensó Becky ante la oportunidad del housettingen Portugal. Las condiciones eran sencillas: encargarse del loro, elhámster y el perro de Luis, el dueño de la casa, mientras él viajabadurante el verano. Sin embargo, sus planes tomaron un giro inesperadocuando, al llegar a casa, le abrió la puerta un chico moreno con ojosverdes. Ese chico, Alex, resultó ser el hermano del anfitrión. Lo queAlex no sabía era que su hermano había alquilado la casa a unadesconocida. Lo que Becky no imaginaba era que tendría que compartirtecho con él. ¿Estarán preparados para todo lo que les deparará esteviaje?