Esta es la historia de un vaquero, pero lo reemplacé por un mono porque me dijeron que un vaquero, con sus dientes amarillos y su cara de malo, daría muchísimo miedo.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información