Desde el momento de su llegada a América, los españoles observaron que los pueblos indígenas practicaban diversas disciplinas artísticas,desde música y danza ritual, hasta pintura, escultura y cierto tipo de representación teatral. Estas formas de arte y escritura fueronreutilizadas como instrumentos para la evangelización, un proceso quese dio también en el septentrión novohispano, aunque, dado el carácter periférico de este territorio, no se conozca en detalle la producción textual tanto evangelizadora como de textualidad literaria. Lapequeña pero sustanciosa antología de textos producidos en la NuevaVizcaya que aquí reúne Ysla Campbell recoge, transcribe y anotadocumentos sobre música, danza o teatro, incluye dos interesantespanegíricos (1671 y 1680) y examina la crónica de Baltasar de Obregóndesde el enfoque estructural del cuento maravilloso. Del mismo modo,incluye una carta annua de 1669, sobre el patrocinio de san FranciscoJavier, en la que se advierte el empleo de recursos imaginativos eincluso ficcionales, y, por último, una carta al tribunal del SantoOficio (1691) que da noticia de lo