Walter Benjamin murió solo, lejos de sus familiares, de los amigos yde la fama, viejo, desamparado y vencido. Hasta donde podemos saber,nadie fue a reclamar sus pertenencias o a renovar el alquiler delnicho en el cementerio de Portbou. Remató, en una fosa común, con losque no tienen nombre, en un pueblo un tanto mortecino, hoy acogotadopor la pérdida de funciones de su gigantesca estación de tren, aunqueinequívocamente hermoso. Si así lo queremos, en la persona deBenjamin, cuya obra es una singularísima mezcla de alta cultura ycultura popular, vemos hoy una representación simbólica de todos losinmigrantes, de todos los sin papeles.Este libro permite encarar algunas de las claves explicatorias de lavida y del carácter personal de Walter Benjamin. Presta atencióntambién, con todo, a tres materias relevantes: los sinsabores queacosaron a Benjamin en un exilio que se inició en 1933, la muertetrágica ?aún hoy cargada de controversias? en Portbou en 1940 y lanaturaleza de ese texto, las ?Tesis sobre el concepto de la historia?, mitad llama, mitad oscuridad, al que dedicó los últimos relámpagos de su lucidez.Carlos