En 1945 san Josemaría Escrivá visita varias veces Portugal, preparando el trabajo apostólico del Opus Dei en ese país, que se iniciará al año siguiente. Uno de los que se trasladan allí es un joven jurista de Zaragoza llamado Xavier de Ayala (1922-1994), que será ordenado sacerdote en 1948 y dirigirá el Opus Dei en Portugal los primeros años. Tiempo después, el fundador le pide que inicie la labor del Opus Dei en Brasil, donde permanecerá más de treinta años, hasta su fallecimiento. José Lino Currás Nieto nos muestra en este libro su profunda interioridad, su compromiso con la Iglesia y su relación de confianza filial con san Josemaría.