Ana Martos describe las vidas y peripecias de éstas con la amenidad habitual, sin aburrir ni impacientar al lector utilizando para ello un lenguaje claro y muy accesible para todo tipo de lectores, aunque no estén familiarizados con la historia de la Iglesia o del catolicismo y desarrollando su exposición a través de capítulos muy breves, que se leen muy bien.(Web Anika entre libros) La Iglesia católica ha orillado sistemáticamente el papel de la mujer, tanto en la liturgia como en la toma de decisiones, pero al largo de la historia han existido mujeres que han conseguido que su voz se oyera y sus órdenes se obedeciesen. La mujer ha sido relegada a un segundo plano, un plano de servidumbre, en el catolicismo desde sus orígenes, ya San Pablo indica que la mujer no puede intervenir de modo activo en cuestiones de fe. Pero entre los siglos IV y XI la Iglesia católica vivió un periodo caótico en el que el poder estuvo, en la mayoría de los casos, en manos de paganos con un poder absoluto, esta circunstancia fue aprovechada por las mujeres retratadas en Papisas y teólogas para convocar concilios y proclama