Hay videojuegos que, cuando acaban, continúan. Historias que nuncaterminan, porque ya no forman parte de un cartucho o un disco, sino de nuestra mente. Nos moldean en mayor o menor medida. Se convierten enun fragmento de nuestra existencia. Mientras otras compañías diseñaban videojuegos que trataban sobre exterminar alienígenas, luchar contramalvadas corporaciones o salvar a damiselas en apuros, Quintet nosofreció tres historias, ya míticas, acerca de la creación del mundo,del florecimiento de la vida, y del papel, no siempre positivo, de los seres humanos en el ecosistema