Recunchos, que en gallego significa rincón, donde uno se siente a gusto, pretende demostrar que, en un mundo donde solo se valora lo entero y duradero, a veces los pedazos pueden llegar a ser perfectamente imperfectos. Nos pasamos la vida, buscando nuestra media naranja o llamando rotos a juguetes que han perdido una pieza. Por eso, alguna vez, todos nos hemos sentido inútiles al pensarnos hechos pedazos. Este libro es una montaña de sentimientos corrientes sacada de una chica corriente. Una forma de tirar abajo esta sociedad y sus ideas que nos hacen sentir pequeños cuando en realidad somos gigantes.
Nacimos para ser reales, no para ser perfectos.