Aleixandre concibió la poesía como una religión alimentada por la vida y por la noción de la palabra justa. En esta obra intenta un nuevo método de penetración en la realidad: el diálogo permite que cada personaje nos diga algo de la vida.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información