En Elogio de la Filosofía, una docena de personas mantienenconversaciones en un viejo molino a orillas de un río durante sietedías. Así recupera Badiou el método socrático para reflexionar,discutiendo, sobre las condiciones de posibilidad de la Filosofía.Entre los interlocutores se encuentran un chino, un italiano, unbritánico, un senegalés o un heideggeriano además de potentes vocesfemeninas. La discusión está liderada por Tóceras (anagrama deSócrates).La lectura de este libro es en sí misma un proceso filosófico, unpensamiento sobre las condiciones que debemos mantener para que laFilosofía no sea una mera asignatura académica, sino que hable a lahumanidad de la humanidad y abra un porvenir real: la libertad deexpresión, el discurso democrático, el reconocimiento común de una ley lógica, un horizonte de universalidad compartible por cualquiersujeto, la capacidad de interactuar entre lenguajes desde elmatemático hasta el poético y una transmisión más allá de losconceptos que incluya la presencia física y la palabra sonora delfilósofo.