Mala land es a la vez la confirmación de todo lo anterior y un puntode inflexión. Lo que el propio autor ha llamado el paso de "losenemigos exteriores del amor" a los más temibles "enemigosinteriores": la rutina, la falta de tiempo, el paso de este, lafamilia... Con un estilo directo y descarnado lleno de sutilesreferencias culturales (desde la omnipresente Biblia hasta la canciónde autor), el poeta ya no es aquel joven que defendía su amor comosolitario y anacrónico caballero frente a todo. Por la cota de mallase cuelan las dudas, las hiedras del tedio y ve más enemigos dentroque fuera. Mala land es también la crónica de la vuelta a la ciudadque lo vio crecer, una reconquista imaginaria de la mujer que quizásnunca perdió pero que tal vez pierda en el siguiente libro.