¿Existe el suicidio o estamos ante distintas formas de darse muerte,etiquetadas como suicidios? O, más en extenso, ¿existe el suicidiocomo fenómeno inequívoco, o de lo que hablamos es de diferentesperspectivas psiquiátricas, forenses, sociológicas, que homogeneizanactos heterogéneos bajo el mismo nombre? La necesidad de apellidar elsuicidio con un en implícito (suicidio en el alcoholismo, en losjóvenes, en la depresión) y un por explícito (suicidio lógico,suicidio romántico, suicidio-huida) parecen indicar lo heterogéneo del fenómeno que impone una falsa identidad en base al final comúnmortal.Entonces, si los suicidios son conductas bastante heterogéneas, ¿nodeberíamos acercarnos al fenómeno con pocas pretensiones de saberpsicológico y enfrentarlo desde una primera perspectivaautobiográfica? Es por esto que esta obra recoge una amplia muestra de historias que ponen en evidencia que no se pueden homogeneizar con la palabra suicidio y que debería hablarse de Suicidio(s), todosapellidados por su historia biográfica.Guillermo Rendueles analiza esta heterogeneidad a través de las cartas que nos dejan, que son qui